Vera usted, ciertamente ella era un alma complicada, odiaba
el chocolate blanco, le aterraban los duraznos y tenia de mascota un sapito
imaginario.
Para ella no había nada mas bonito que el olor de un libro
nuevo y el sonido de la lluvia sobre el techo mientras escuchaba su banda
favorita.
Han pasado ya varios días desde que él había decidido partir
destrozando por completo a esta pequeña pelirroja artificial, se había vuelto
asimétrica, su torpeza iba en aumento y mientras más pasaba el tiempo peor
sentía su ausencia.
Ella esperaba paciente mientras sabia que él a quien pensaba
estaba tranquilo, lo imaginaba a el y pensaba en por qué Dios odiaba a la gente
gorda y también en el porqué de no poder caminar por las paredes y porqué
coquetear para ella era como comer granitos de maíz (aterrador).
Entonces fue cundo le pregunto al poco blanco que quedaba en
su conciencia si estaría dispuesta a perder a aquel niño, a aquel quien tenia un
encantador olor a oleo, a quien tenia unas manos tan delicadas que no encajaban
en su cuerpo y quien vestía pelitos en su ropa producto del cariño de su tierna
compañera. Ella se respondió que no quería perderlo y que le regalaría un pez
dorado para que revoloteara en su bolsillo y siempre la recordara.
Ahora el se estará haciendo preguntas igual que ella,
preguntas simples como si las lombrices felices van al cielo o porqué hay gente
homofóbica y la estará extrañando tan solo un poco, así como un corbatín
extraña ser puesto en la cabeza de una niña.
En estos momentos en que ella encontró a un humano interesante y difícil de
entender pero en el cual confiar y con quien dibujarse sonrisas con crayolas,
afirma que no hay lagrimas borroneando letras mientras escribe, por que ellos fueron
felices mientras navegaban en barquitos de papel.
Ella quisiera estar a cargo del cielo para
mandarle gomitas y que así el saltara de alegría y que su barquito con solo
estos dos tripulantes nunca naufragara, pero no se preocupen ellos son resguardados por el
titiritero protector, el abrazo eterno.
Hoy ella no entiende por qué ser honesto es
incorrecto, solo quiere que el niño con
ojos de camaleón no se preocupe por sonreír ya que sabe que en su cerebro el
sonríe con todo lo que ella dice. Para ella el mejor regalo que él le pudo
haber dado fueron esas lagrimas, porque fueron honestas.
Todo lo que ella quiere decir es que el no fue dibujado para
que la acompañe de la mano pero que quisiera que fuera su amigo por un siglo
mas. El es imperfecto al igual que la niña de pelo artificial, pero que importa la perfección cuando en un juego de querer lo importante es saltar sobre nubes de algodón y no tocar el suelo. Antes fue su
amigo y no quiere que la lejanía los alcance, entonces ¿Estarías dispuesto a ser
su amigo por 100 años mas?, si es así firma y abrazala, sino emprende tu rumbo
y déjala en una habitación llena de duraznos hasta que el miedo la sofoque.
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