martes, 18 de agosto de 2015

JUGANDO A QUERER

Imagen extraída de internet

JUGANDO A QUERER

Vera usted, ciertamente ella era un alma complicada, odiaba el chocolate blanco, le aterraban los duraznos y tenia de mascota un sapito imaginario.
Para ella no había nada mas bonito que el olor de un libro nuevo y el sonido de la lluvia sobre el techo mientras escuchaba su banda favorita.
Han pasado ya varios días desde que él había decidido partir destrozando por completo a esta pequeña pelirroja artificial, se había vuelto asimétrica, su torpeza iba en aumento y mientras más pasaba el tiempo peor sentía su ausencia.

Ella esperaba paciente mientras sabia que él a quien pensaba estaba tranquilo, lo imaginaba a el y pensaba en por qué Dios odiaba a la gente gorda y también en el porqué de no poder caminar por las paredes y porqué coquetear para ella era como comer granitos de maíz (aterrador).

Entonces fue cundo le pregunto al poco blanco que quedaba en su conciencia si estaría dispuesta a perder a aquel niño, a aquel quien tenia un encantador olor a oleo, a quien tenia unas manos tan delicadas que no encajaban en su cuerpo y quien vestía pelitos en su ropa producto del cariño de su tierna compañera. Ella se respondió que no quería perderlo y que le regalaría un pez dorado para que revoloteara en su bolsillo y siempre la recordara.
Ahora el se estará haciendo preguntas igual que ella, preguntas simples como si las lombrices felices van al cielo o porqué hay gente homofóbica y la estará extrañando tan solo un poco, así como un corbatín extraña ser puesto en la cabeza de una niña.

En estos momentos en que ella encontró a un humano interesante y difícil de entender pero en el cual confiar y con quien dibujarse sonrisas con crayolas, afirma que no hay lagrimas borroneando letras mientras escribe, por que ellos fueron felices mientras navegaban en barquitos de papel.  
Ella quisiera estar a cargo del cielo para mandarle gomitas y que así el saltara de alegría y que su barquito con solo estos dos tripulantes nunca naufragara, pero no se preocupen ellos son resguardados por el titiritero protector,  el abrazo eterno.

Hoy ella no entiende por qué ser honesto es incorrecto, solo  quiere que el niño con ojos de camaleón no se preocupe por sonreír ya que sabe que en su cerebro el sonríe con todo lo que ella dice. Para ella el mejor regalo que él le pudo haber dado fueron esas lagrimas, porque fueron honestas.


Todo lo que ella quiere decir es que el no fue dibujado para que la acompañe de la mano pero que quisiera que fuera su amigo por un siglo mas. El es imperfecto al igual que la niña de pelo artificial, pero que importa la perfección cuando en un juego de querer lo importante es saltar sobre nubes de algodón y no tocar el suelo. Antes fue su amigo y no quiere que la lejanía los alcance, entonces ¿Estarías dispuesto a ser su amigo por 100 años mas?, si es así firma y abrazala, sino emprende tu rumbo y déjala en una habitación llena de duraznos hasta que el miedo la sofoque.

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