TRES PUNTOS SUSPENSIVOS

TRES PUNTOS SUSPENSIVOS

Obra Luis Caballero

Nos aferramos a un pasado que ya no existe y a un futuro aún incierto evitando el goce de un presente.

El desapego ha sido lo mas difícil en nosotros los humanos , no nos han enseñado que para volar hay que aprender a soltar, despojarnos de los miedos, a arriesgar y ganar, siempre que se arriesga se gana porque se aprende.

Unos se aferran al pasado sin importar si su ahora es doloroso, otros eligen usar el pasado como trampolín para conllevar este cruel presente. Somos los únicos dueños de los momentos y debemos aprender a escoger lo que nos haga felices, aunque unos pocos se aferran al sufrimiento.

Soltar no ha sido una lección de vida, por eso sufrimos, el ser humano a través del tempo a escogido un dolor prolongado en vez de una plenitud con fecha de caducidad.

Al final de los finales nunca hay tres puntos suspensivos solo un cortante punto final el cual no da cavidad para el recuerdo, ya que lo transformamos en un causante de dolor.

¡Ya no más! Deberíamos brindar por el que se fue, aferrándonos al buen recuerdo; evoco a la caricia prolongada, a la palabra recurrente, a la mirada picara, a ese gesto confortable, al abrazo duradero, al querer desinteresado, brindo por ti, por mi, por lo que fue, por lo que somos y lo que no sabemos si será, ese es el brindis de los puntos suspensivos.

Sabemos que no existe la prolongación de nada, incluso la muerte es pasajera,  entonces ¿porqué forzar algo que se sabe a ciencia cierta que duraría lo que duran los versos?. 

Mi pasado a su lado es de súpervioletas de buenos momentos, mi ahora de un azul intenso que se apaciguará y mi futuro del dorado que vi y desconozco.

Si todo había sucedido hace un siglo que bueno que el cierre del hasta luego sean tres puntos suspensivos...